top of page

Cómo (no) superar los miedos

Al igual que la ira, el miedo es una emoción "primaria", que todo el mundo experimenta. A menudo se considera una emoción negativa: sin embargo, como todas las demás emociones, el miedo es muy importante y nos proporciona información fundamental sobre nuestro bienestar.


Muchas veces intentamos vencer, derrotar, eliminar o superar el miedo. Mientras que lo único que deberíamos hacer es aprender a entender lo que nos quiere decir.

Y convertirlo en nuestro aliado.

miedo, personaje de la pelicula inside out sobre fondo violeta

Una vez más, es nuestro querido Norbert Levy, en su libro La sabiduría de las emociones, quien nos ilumina.

Empecemos desde el principio.


​​¿Qué es el miedo?

El miedo es la sensación de angustia que sentimos frente a la percepción de una amenaza. Es importante aclarar que no existe algo que sea en sí mismo una amenaza. Una amenaza puede ser percibida como tal por alguien, pero la magnitud de esa amenaza dependerá de los recursos que ese alguien piense disponer para resolverla. El miedo, por tanto, tal y como la ira, no es el problema, sino que nos alerta de que hay un problema.


Nuestra sociedad siempre ha considerado el miedo algo negativo y, desgraciadamente, hay algunas creencias sociales erróneas con respecto al miedo. Algunas de estas son:




  • El problema es el miedo: si no lo sentimos, lograremos hacer lo que nos está impidiendo hacer, sin ninguna dificultad.

  • El miedo es una emoción negativa y perturbadora: el recurso que nos permitirá no sentirlo será de gran utilidad.

  • El miedo es una señal de debilidad y cobardía.

Como ya hemos visto, el miedo solo es una señal de que hay una DESPROPORCIÓN entre la magnitud de la amenaza que percibimos y los recursos con los que contamos para enfrentarnos a ella.

No solo se trata de tener los recursos para poder enfrentarnos a la situación que nos amenaza, sino de saber que disponemos de estos recursos. No solo se trata de poder hacerlo, sino de SABER que podemos hacerlo.


chica en una cama blanca que se cubre mitad cara con la sabana


Es importante entender, por tanto, que el miedo no es el problema; el miedo nos alerta de que hay un problema (vuelve a leerlo, ¡hay una gran diferencia!)

Y nos equivocamos cuando convertimos en problema algo que, en realidad, es una señal de que hay un problema (y, por lo tanto, nos está acercando a la posibilidad de solucionarlo).

Lo que deberíamos hacer, en cambio, es escuchar el miedo y entender el mensaje que nos está dando.

¿Qué pasa si no escuchas tus miedos?

El miedo desatendido inicia un círculo vicioso: te hará predicciones aún más terribles y catastróficas para que lo escuches. Pero siendo sus predicciones muy exageradas, tú tenderás a ignorarlo cada vez más, él se volverá crónico y se agravará paulatinamente. Tú, entonces, te retirarás cada vez más, sin poder actuar (con lo cual se confirma la idea de que si tienes miedo no puedes actuar). El miedo se agravará y se convertirá en ataques de pánico o fobias. Es como una lucha contra nosotrəs misməs.

mujer sentada con cabeza entre las manos

El miedo se calma solo cuando es atendido y siente que estamos tomando en consideración lo que nos está comunicando. Porque lo que realmente quiere es que lo ayudemos a desarrollar sus potencialidades.


Escuchándolo, podemos ayudarlo a equilibrar la relación recursos-amenaza. Y pasaremos de: "para actuar tengo que ignorar mi miedo" a "actúo precisamente porque he escuchado mi miedo, según mis posibilidades reales y, por tanto, con más tranquilidad y confianza en mí”


Se trata de transformar el miedo disfuncional, convirtiéndolo en una herramienta funcional que nos permite conseguir nuestros objetivos de la mejor manera posible.




Si necesitas ayuda para aprender a escuchar y gestionar tus miedos, te puedo ayudar.


Suscríbete a la newsletter y no te pierdas el siguiente post del blog: te explicaré cómo escuchar tus miedos y compartiré contigo un ejercicio para aprender a hacerlo.


Con amor,


logotipo de relovution coaching corazon hecho de bolitas rojas




bottom of page