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Cómo gestionar la ira


La ira es una emoción "primaria", con la que todos estamos familiarizados. Considerada a menudo como una emoción negativa, en realidad es, como todas las demás, muy importante y nos proporciona información fundamental para nuestro bienestar.


Muchas veces tratamos de reprimirla, y otras veces la desahogamos de mala manera. Ninguna de las dos opciones es ideal para nosotrxs. Por eso es muy fácil entender que es muy importante para nuestro bienestar aprender a gestionar la ira.


primer plano de una mujer pelirroja, con camiseta de rayas blancas y negras, con las manos levantadas alrededor de la cara gritando

Pero, ¿cómo se gestiona la ira? Hoy te lo voy a explicar.


En primer lugar... ¿qué es la ira y por qué la sentimos?


Como explica Norbert Levy en su libro "La sabiduría de las emociones", sentimos ira cuando percibimos que nosotros, nuestro bienestar o nuestras necesidades están amenazados. Nuestro cuerpo se prepara para reaccionar y defenderse de esa amenaza.


Para poder hacerlo, nuestro cuerpo produce una dosis extra de adrenalina y noradrenalina. Nos da una "carga extra" de energía. Por eso, cuando nos enfadamos, tenemos más fuerza. Sin embargo, esta carga extra de energía, por desgracia, no aumenta nuestra capacidad para resolver el problema, sino sólo nuestra fuerza física.


primer plano de Popeye con la lata de espinacas


Como todas las demás emociones, la ira no es positiva ni negativa, es necesaria. Y lo necesitamos para resolver problemas o situaciones en las que nos sentimos amenazados. La gestión de la ira es, por tanto, fundamental para entender lo que realmente nos importa y cómo defenderlo.


Hay dos formas de utilizar la ira y la carga extra de energía que nos aporta:

1. manera resolutiva

Es decir, utilizar la emoción para darse cuenta de que hay una situación frustrante que resolver, y actuar para resolverla.

2. manera destructiva

es decir, utilizar la ira y la energía que tenemos para vengarnos de la persona/cosa/situación que ha provocado nuestra ira.


Evidentemente, estamos aquí para aprender a manejar la ira de forma resolutiva y soltar (lo más lejos posible de nosotros) la forma destructiva.

4 hombres con traje de chaqueta sentados en una mesa discutiendo

Antes de explicarte cómo gestionar la ira, es importante decirte que la dosis extra de energía que nos aporta la ira nunca (casi) sirve para aumentar nuestra fuerza física. De hecho, muy pocas veces nos enfadamos porque no somos lo suficientemente fuertes para hacer algo o porque recibimos graves amenazas físicas.

[ A menos que nos enfademos porque no podemos mover el sofá, en cuyo caso sí puede ser útil. :) ]


Entonces, ¿qué hacemos con este recargo? A menudo lo reprimimos, tratamos de ignorarla como intentamos hacer con la propia ira. Otras veces, lo echamos de forma fea (patadas, lanzamiento de platos, gritando a otra persona lo que sea). Descargamos esta carga de forma violenta.

Por eso es fundamental aprender a gestionar la ira y descargar la dosis extra de energía que, si se acumula en nuestro cuerpo, provoca tensiones musculares y trastornos cardiovasculares.


Por lo tanto, como primer paso, te aconsejo que encuentres formas sanas y eficaces de descargar tu sobrecarga de energía.

Sácalo físicamente. Camina, salta, corre, grita, canta, baila, golpea almohadas, lo que sea que funcione para ti está bien. Y si puedes, crea una "sala de la ira" donde puedas ir a descargarte "en paz".

busto en blanco y negro de un niño de perfil gritando a un micrófono


Una vez que hayas identificado la forma más adecuada de descargar energía, es el momento de averiguar cómo gestionar la ira.


Estos son los cuatro pasos a seguir:


1. EVITAR REACCIONAR INMEDIATAMENTE.

Detente durante unos segundos, minutos o el tiempo que sea necesario.


2. Respira profundamente y descarga la energía extra.

Abraza la emoción. Haz lo que te permita descargar la "carga extra" de energía. Sigue respirando y piensa en algo agradable para bajar la intensidad de la emoción.

3. Di lo que sientes.

Si sientes rabia hacia alguien en concreto, dile cómo te sientes, obviamente sólo cuando puedas hacerlo con calma y respeto. Explica tu punto de vista y tus necesidades.


4. Propón una solución.

Utiliza tu energía para encontrar una posible solución a la situación que provocó tu enfado y para asegurarte de que no vuelva a ocurrir en el futuro.

Te propongo una sencilla pregunta que puede ayudarte en esta fase: ¿Qué debería pasar para que mi ira desaparezca?

busto de medio cuerpo de hombre y mujer abrazados con el cielo de fondo

La ira no es más que un medio para resolver el problema. Utilízalo como tal.

No dejes que se convierta en un problema más. No la juzgues mal, no te critiques si la sientes.

Piensa que es un amicx que te dice: '¡Algo me fastidia! ¿Puedes ayudarme a entender qué es y a resolver el problema?"



Si necesitas que te echen una mano para aprender a manejar la ira, puedo ayudarte.



Como siempre con amor,

corazon de bolitas rojas logotipo de relovution coaching


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