Por fin vuelvo al blog después del parón del verano :)
En el artículo anterior, vimos qué es una emoción.
Pero hagamos un pequeño repaso ya que el mes de agosto estaba en medio:
Una emoción es una respuesta neurofisiológica y subjetiva ante una situación interna o externa, que provoca un cambio en nuestro estado y nos prepara para la acción. Así que algo totalmente natural que nos impulsa a la acción.
Hoy veremos cómo gestionar las emociones. Pero primero, ¿por qué es importante gestionar bien las emociones?
Los beneficios de una gestión emocional adecuada son múltiples.
- Mejora nuestra salud mental
- mejora la salud física (las emociones no reconocidas y/o no gestionadas pueden crear
trastornos psicosomáticos)
- reduce los niveles de estrés y ansiedad
- aprendemos a expresar nuestras necesidades y peticiones
- aprendemos a conocernos mejor y a mejorar nuestra relación con nosotrxs mismxs
- mejoramos nuestras relaciones con otras personas
- eliminamos la frustración de "sentirse mal" o "sentirse incomprendidx". Y entonces... ¿Cómo gestionar las emociones?
Te lo diré en 4 sencillos pasos.
1️⃣ Reconoce e identifica la emoción. Dale un nombre. En primer lugar, es esencial darse cuenta de que se siente una determinada emoción. Sentir lo que está causando en nuestro interior. En esta etapa es clave escuchar las sensaciones físicas que sentimos.
Una vez detectada la emoción, hay que ponerle nombre; esto nos ayudará a confirmar que existe y a abordarla de la forma mejor posible.
2️⃣ Acéptala y abrázala. La que sea. Esto hará que la intensidad de la emoción disminuya. Después de identificar la emoción, hay que dar un paso muy importante. Acéptala. Lo que sea. Sin juicios y sin culpas. Recuerda que no hay emociones negativas y emociones positivas, emociones correctas o incorrectas, aunque te lo hayan hecho creer. Si te sientes enfadadx o triste, no pasa nada. Acepta tu emoción y abrázala. No está ahí para molestarte, de hecho está ahí sólo por tu bien.
Al aceptarla y abrazarla, bajará la intensidad de la emoción y será más fácil gestionarla.
3️⃣ Entiende qué información te está dando. Las emociones son fuentes de información importantes y son todas positivas. Todas. Una vez que la intensidad de la emoción ha disminuido, llega el momento de comprender qué información está dando sobre ti y tus necesidades.
Por ejemplo, si sientes envidia por unx de tus amigxs, en lugar de sentirte como un mal amigx por sentir esta emoción o ser arrastrado por la envidia hacia el odio a tu amigx, trata de entender lo que esta envidia te está diciendo y de lo que tu necesidad está hablando.
¿Qué tiene ella/él que tú no tienes pero te gustaría tener? ¿O qué hace ella/él que tú no haces pero te gustaría hacer? ¿Qué diferencias ves entre vosotrxs dos y por qué te hacen sufrir?
4️⃣ Solo ahora, actúa. De acuerdo con la información que has sacado y tus valores. Sólo ahora que entiendes qué información te está dando la emoción y por qué la estás sintiendo, sólo ahora es el momento de actuar.
Por ejemplo, si sientes envidia de tu amigx porque se va de viajes maravillosos y tú no, pregúntate con calma por qué no viajas y si realmente es lo que quieres, ¡viaja!
O si te sientes feliz con una nueva actividad que has probado aunque te hayan desaconsejado, sigue haciéndola.
Utiliza la información que te da la emoción en tu beneficio, úsala para mejorar tu calidad de vida y tu bienestar. Y recuerda que debes actuar siempre de acuerdo con tus valores. Y si quieres ayuda para iniciarte en estos pasos y probar otras técnicas, puedo acompañarte.
Hasta pronto.
Siempre con mucho amor,
