El audacia, el target del 10%
¿Por qué nunca cambiamos? ¿Por qué no tomamos las acciones necesarias para alcanzar nuestras metas personales?
Encontré muy interesante la respuesta propuesta por Jennifer Cohen (empresaria del sector del bienestar y personalidad mediática) en la Tedx Talk que podéis encontrar aquí.
Para ella, el secreto para lograr cualquier objetivo es: el fracaso.
Escrito así, negro sobre rosa clarito, puede parecer muy simple, pero para muchos de nosotres no lo es. ¿Por qué?
Mi opinión es que, lamentablemente, vivimos en una sociedad que, aún muy frecuentemente, no ve el fracaso como algo positivo, como un acontecimiento del que aprender y un motor para continuar, ajustar el juego, hacerlo diferente y hacerlo mejor.
A menudo se identifica al fracaso como negativo, algo de lo que avergonzarse, a veces incluso algo de lo que sentirse culpable. Al fracasar, fallarse (en una determinada acción, tarea, o conversación) generalmente nos sentimos fracasades.
La tendencia a definir e identificarnos con nuestros errores nos lleva a preferir evitar cometerlos y, en consecuencia, a evitar el riesgo y la acción misma, desencadenando un verdadero miedo al fracaso. Como si al fallar a veces estuviéramos para siempre marcados con el fracaso y ya no mereciendo otras oportunidades.
¿Y qué implica evitar la acción y el riesgo?
A mediano y largo plazo, muy pocos o ningún cambio en nuestra vida, probablemente insatisfacción y frustración, y ciertamente muchas oportunidades perdidas.
Jennifer Cohen distingue a las personas inteligentes de las audaces.
Las inteligentes (smart) se centran en todos los posibles escenarios negativos buscando soluciones a cualquier inconveniente que pueda ocurrir, característica que puede ser positiva en determinadas dosis, pero que en ocasiones determina la no acción (hay tantas posibilidades de que salga mal que es más conveniente evitar intentarlo).
Las audaces (bold), en cambio, se centran en los aspectos positivos y en cuántos escenarios favorables puede abrir esa acción concreta, por lo que, claramente, se motivan y actúan. Cohen da un ejemplo muy significativo: 2/3 de las personas que quieren un aumento, no lo piden por miedo a un no (inteligente); pero del 1/3 que lo pide (negrita), hasta el 70% lo consigue.
La nota positiva es que la audacia/coraje se puede cultivar, es una habilidad que se puede desarrollar y mejorar. ¿Como?
¡Practica cometer errores! De ahí el target del 10%. ¿Quieres lograr un objetivo? Haz 10 intentos para alcanzarlo, de esos 10 al menos un intento será exitoso (o te llevará a algo que ni siquiera sabías que podías lograr).
El propósito de esta técnica es aprender a sentirse cómode con el fracaso. Solo así podremos salir de nuestra zona de confort y conseguir lo que realmente queremos y no lo que nos sucede en el transcurso de nuestra vida.
¿Y tú? ¿Te comportas como una persona audaz o una persona inteligente?
¿Estás perdiendo oportunidades y experiencias solo por miedo al fracaso o a las posibles consecuencias negativas, o te lanzas a lo que quieres y sigues luchando por alcanzarlo?
¿Te quedas parado al primer fracaso o frente al primer muro, o sigues perseverando para superarlo y conseguir lo que realmente quieres?
Si quieres saltar ese muro, ¡te puedo ayudar a tener coraje y afrontar tu miedo al fracaso a través de sesiones de coaching!
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